Patrimonio modernista

Capricho

A finales del siglo XIX, en toda Europa se empiezan a desarrollar nuevos movimientos culturales y artísticos, que en Cataluña y más concretamente en Barcelona, culminan en lo que se ha dado en llamar El Modernismo Catalán. Sin embargo, no será en la ciudad condal donde se empiecen a ensayar las primeras obras, sino en Comillas.

 

Este peculiar hecho va ligado a la figura de Antonio López y López , primer Marqués de Comillas, ya que tanto él, como otros miembros de su familia, se convertirán en mecenas de varios artistas catalanes, tanto reconocidos como aún desconocidos: Mestres, Oliveras, Cascante, hermanos Llimona, hermanos Vallmitjana, Arnau y Tamburini, además de Martorell, Doménech i Montaner o el mismísimo Gaudí.

 

Martorell construyó tres de las grandes obras modernistas de Comillas. Era deseo del Marqués contar en la villa con un palacio, una iglesia y una escuela y Martorell fue el encargado de hacer realidad sus sueños.



Se proyectan entonces el Palacio de Sobrellano y la Capilla-Panteón ,  ambas en la misma finca, edificios para ser mostrados y que se convierten en auténticos museos vivos, albergando en su interior magníficas obras escultóricas de Llimona y Valltmijana en el caso de la capilla  y pictóricas de Llorens Masdeu en el caso del Palacio. Además, en uno y otro se conserva mobiliario diseñado por un joven Gaudí aún desconocido.

 

Frente a estos dos edificios, sobre una colina elevada y junto al mar, se proyectó un gran edificio de piedra y ladrillo rojizo. Lo que en principio iba a ser una escuela para niños pobres, acabó convirtiéndose en Universidad Pontificia . El Seminario Mayor es un edificio majestuoso, austero al exterior, pero increíblemente decorado en el interior gracias a la intervención de Luis Doménech i Montaner.

 

Doménech trabajó como nadie el lenguaje de la escultura. En su obra nada obedece a la casualidad, todo tiene un mensaje y todo tiene un sentido. Su arte llegó a todos los rincones de la villa. A él debemos la reforma del Cementerio de Comillas donde interviene en los muros exteriores y en algún mausoleo,  la Fuente de los Tres Caños fuente farola que asemeja a un candelabro barroco y la Estatua del Marqués , homenaje del pueblo de Comillas a su benefactor.

 

Pero si alguien representa el Modernismo como nadie ese es Gaudí y Comillas puede presumir de albergar la primera obra arquitectónica que culmina, El Capricho . Se trata de una de las obras más representativas y visitadas de Comillas y no es de extrañar. Como su nombre indica, se muestra como un capricho entre los árboles, claro ejemplo de la integración del arte, la música y la naturaleza. Gaudí completa su obra en Comillas, en 1900 con la Puerta de los Pájaros . Se trata de una magnífica portalada que esconde en su estructura y en su nombre un hermoso juego, el de abrir un pequeño orificio circular para permitir el paso de las aves.

 

Señalar por último el Santo Hospital de Comillas, una de las primeras obras modernistas, obra de Cristóbal Cascante, mandado construir por el hermano del Marqués y que en sus planos y estructura recuerda al Palacio de Sobrellano.